La amistad

"No sé si el colegio era exactamente como lo recuerdo, o si los profesores eran tan buenos y tan malos como quedaron en mi memoria... lo que sí sé es que lo más importante que aprendí en aquellos días fue el valor de la amistad. Los amigos, siempre presentes, para bien o para mal, en las buenas y en las peores. Son ellos el recuerdo más nítido de entonces. Amigos, no importa lo lejos que estén, siempre los llevo conmigo. Y sé que voy con ustedes, porque en lo que somos hoy está presente lo que fuimos... A ustedes, mis amigos del alma, les doy las gracias por siempre, porque hicieron que aquella época fuera el mejor lugar donde esperar la vida..."


Otro tipo de amor

Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales ( a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…).

La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.  El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:

- Buenos días.
- Buenos días - Respondió el guardián
- ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
- Esto es el cielo.
- Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. - Y el guardián señaló la fuente.
- Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
- Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.

El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles.. A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.

- Buenos días – dijo el caminante.- El hombre respondió con un gesto de la cabeza.- Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
- Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.- Podéis beber toda el agua como queráis.

El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre

- Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
- A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
- CIELO.
- ¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.

El caminante quedó perplejo.

- Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡ Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante
- De ninguna manera! – increpó el hombre - En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos

Paulo Coelho




La Coronación__Domingo de Ramos




"Entonces los soladados del procurador cogieron a Jesús y lo condujeron al pretorio; y reunieron a la cohorte. Y habiéndole desnudado, le echaron encima una clámide púrpura. Trenzaron una corona de espinas y se la colocaron sobre la cabeza; y una caña en su mano derecha. Y doblando la rodilla ante él le zaherían diciendo: ¡Salve, rey de los judíos!. Tras esto le escupieron y tomando la caña, le daban golpes en la cabeza" 
(Jn 12, 14-15).